Tanto la etapa infantil como la adolescente representan un momento clave en el desarrollo del ser humano. Los padres o educadores deben prestar atención a las necesidades emocionales de los niños y/o jóvenes, que no expresan de la misma manera sus estados de sufrimiento y emociones como los adultos.
Los cambios en su carácter y comportamiento pueden ser normales o no, en función de la etapa de crecimiento en la que se encuentre el niño, y esto puede generar dudas en los padres. Ante cualquier síntoma conviene consultar a un psicólogo /a especializado en la infancia y adolescencia para poder valorar y prevenir.