Psicoterapia de pareja y familia
Sin llegar a negar la importancia del amor, para que una pareja o familia funcione, no basta el sentimiento amoroso, hay muchos factores que influyen para que una pareja se mantenga a largo plazo y una familia no se desestructure. Diferentes tipos de crisis se pueden hacer presentes algunas dentro de los parámetros de la normalidad y otras no. En cualquiera de las dos situaciones revisarlas para que no se cristalicen es aconsejable para evitar daños mayores.
Desde la idealización (enamoramiento) al sentido de realidad (convivencia cotidiana), es un proceso que en la mayoría de las parejas se suele dar. ¿Están todas las parejas preparadas para este proceso? ¿Cuánto hay de complementariedad o de diferencia que puede facilitar o entorpecer la convivencia? ¿Hay proyectos vitales compartidos? Analizar por qué de la elección de la pareja, así como ser conscientes de la asunción de roles y tareas en la misma, forma parte de la comprensión de la problemática.

Principales motivos de consulta de terapia de pareja:
Principales motivos de consulta de Terapia de Familia:
«La familia ya no es la de antes», » No sabemos cómo resolver la tensión que generan los hijos/as adolescentes», «Toda la responsabilidad familiar de límites y afectos cae sobre mi», «El padre está muy ausente», «Padres/madres colegas de los hijos/as adolescentes».
Adaptarse a situaciones nuevas relativas a:

1. Inclusión de un nuevo miembro en la familia: nacimiento de un hijo/a, adopción, acogimiento, convivencia con algún miembro de la familia extensa (abuelo/a, tía).

2. Expectativas escolares/académicas puestas en los hijos y que no se cumplen.

3. Cambios evolutivos del subsistema hijos/as: entrada en la adolescencia de alguno de los hijos/as, elaboración de la adopción por parte de los hijos/as adoptivos/as (nuevas familias-nuevas patologías), temor a las adicciones a las nuevas tecnologías, drogas u alcohol. Situaciones de acoso y cyberacoso.

4. Elaboración de duelos anticipados o reales (por enfermedad, por perdida de trabajo, por cambio de rol familiar, por embarazos tempranos, por abandono académico, por fallecimiento, etc…).